La extraña presencia

La espesa niebla envolvía la noche congelando el ambiente de una forma espeluznante. Mi respiración volvía poco a poco a la normalidad mientras asomada a la ventana intentaba calmarme de aquella horrible pesadilla que no desaparecía de mi cabeza y me atormentaba sin razón alguna.
 ¿Que se supone que temo?-Me dije- 
y acto seguido intenté conciliar el sueño, pero había algo en mí que me aterraba y no sabía exactamente el que. La incertidumbre me ponía nerviosa y a la vez intentaba explicarme el porque e aquel extraño sentimiento. Pues aunque todo era aparentemente tranquilo sabía que algo no marchaba bien; aunque el sonido del silencio me envolviera como de costumbre a esas horas de la madrugada esta vez no era calma lo que sentía...y con cada sombra mi corazón se aceleraba como señal de alarma...
Ya sin soportar más aquella extraña opresión decidí  salir al jardín. La extraña luz de la luna hacía diferentes y extravagantes formas jugando con las sombras de la noche...
No podía controlar el miedo que se apoderaba de mí...y sin embargo sabía que no había razón alguna para sentirlo, aun así la lógica cómun perdió protagonismo y la razón se volvió en desesperación.
En los más profundo de mi ser sabía que alguien o algo  me observaba desde alguna parte de mi jardín...
Acechando en  la parte más profunda de mí se colaba tal presencia espectral...
Entonces, después de de echar un rápido vistazo temeroso a mi alrededor me di la vuelta un poco más calmada. Y cuándo me dispuse a volver mi cuerpo se paralizó instantaneamente al visualizar algo de perfil.
Mi miedo se convirtió en pánico y la duda desapareció haciendo que  fuera consciente de que aquella sensación era totalmente real.
Sus extraños y misteriosos ojos negros se posaron en los mios , los cuales obsevaban a aquella extraña figura con el más profundo temor.
Su pelo era de un rubio casi blanquecino y su palidez era como la piel de una persona sumida en un sueño eterno denominado  muerte. Su expresión era seria y e irónica. Sus vestimentas oscuras y su aparencia fantasmal. Creo recordar que era una mujer...
Sin pensarmelo más me dispuse a salir corriendo pero antes de ser capáz de moverme para correr... una voz profunda y aguda dijo:
¿Que se supone que temes? ¿No me reconoces?
Hubo silencio...y entonces recordé...
-Tu . -dije-...tu juegas con migo...
-Yo soy tus miedos, yo soy tu orgullo, yo soy tu odio, y tus delirios....YO -Dijo con énfasis- YO...represento tu parte oscura...¿Que temes? -Dijo con una risa burlona- ¿Acaso te temes a tí?.